El director de Epidemiología del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), Rogelio Calli, indicó que no se registraron casos de hantavirus en Tucumán desde que se informó en humanos (en los 90) y que el territorio no es una zona endémica de ese virus. "Te contagiás en otros lados, como en la zona norte del país o en el sur. Tucumán no está en zona de hantavirus. Si de dengue o chikingunya", explicó en diálogo con LA GACETA.com.
Los temores se instalaron en la sociedad a raíz del caso de Paula Calleri, la joven tucumana de 23 años que falleció esta madrugada luego de haber estado internada en grave estado en Capital Federal. Si bien aún no están los resultados de los análisis, se sospecha que habría contraído hantavirus.
Al respecto, Cali indicó que aguardarán la confirmación de laboratorio de la causa del fallecimiento de la joven para resolver si es preciso tomar una decisión. "De alguna forma nos tranquiliza el hecho de que Tucumán no es una zona endémica de hantavirus".
El epidemiólogo referente del Siprosa insistió con que la enfermedad está muy asociada al ratón colilargo, que habita en Jujuy, la Patagonia y en algunas zonas de Buenos Aires, y que no son los roedores domésticos que uno está acostumbrado a ver.
Indicó que para prevenir el contagio del virus hay que ventilar ambientes que hayan estado cerrados por mucho tiempo, como galpones o tinglados. "No hay tratamiento para el hantavirus. En muchos casos (los pacientes) se recuperan totalmente y en algunos casos se pueden agravar".
El ratón colilargo
Este roedor silvestre, cuyo nombre científico es Oligorizomis Longicadatus, tiene cuerpo y cabeza cortos (de unos 9 centímetros), cola más larga que el cuerpo, orejas pequeñas, y patas traseras relativamente largas; vive en regiones de matorrales y en la periferia de los bosques. Tiene hábitos predominantemente nocturnos.